Lo mejor para comenzar, es poner en marcha tus habilidades comunicativas y pensar a quién le quieres hablar y qué conversación quieres entablar.

Saber cómo enfocar el diálogo y tener una mirada positiva del resultado que quieres obtener, te dará seguridad.

Yo en principio no recomiendo contactar con todo el mundo, sino con aquellos profesionales que te interesan por alguna cuestión especial.

Recuerda que networking no es una cita a ciegas, lo mejor es prepararse con antelación.

También pueden darse conversaciones espontáneas en donde resulta más fácil preguntar y pedir información. Estas suelen ser muy productivas y generar una relación de confianza a través del tiempo, más allá del evento en sí.

Mantén el contacto y sigue colaborando si realmente sientes afinidad y te interesa de verdad.

Recuerda que todos (o la mayoría) de los que asistimos a los eventos de musicoterapia vamos abiertos a intercambiar conocimientos, compartir materiales, escuchar y extraer ideas, aprender de la experiencia de los demás, de las diversas formas de hacer y de resolver… y volver a casa con el corazón llenito de cosas buenas.

Esto se convierte en un chute de energía motivadora para empezar el lunes con nuestros trabajos y aplicar esas nuevas ideas a nuestras sesiones.

Conclusión: Además de aprender todo lo que nos enseñan las propuestas incluidas en un congreso, le sumamos una agenda de profesionales de calidad y a menudo unos excelentes amigos y amigas en lo que poder pasar un buen rato.

Es necesario siempre ser educado, conciso y generar una conversación relajada y distendida, quedarnos en nuestra zona de confort y no hablar con los demás por miedo o vergüenza sólo hará que perdamos la oportunidad de crear sinergias que pueden ser altamente efectivas.

No te quedes todo el tiempo en un rincón del evento mirando tu teléfono móvil.

Una cosa importante que quiero decirte es que la reciprocidad debe existir en todo momento, cuenta lo tuyo, pero también escucha lo que los demás tienen para compartir.

La esencia del networking consiste en dar y recibir.

Otros lugares para realizar networking son las cenas de trabajo, reuniones formales e informales, charlas, talleres, ferias, hacerse socio/a de asociaciones de musicoterapia y participar proactivamente en actos que organicen, etc.

Pese a que quizás no te conozcan en persona, también puedes ampliar tu red en cualquier sitio virtual donde podamos abrir nuevas posibilidades de relaciones públicas. LinkedIn es una gran plataforma a nivel mundial para poner primera y arrancar.

Lo bonito del networking es que lo podemos usar con otros profesionales que no sean musicoterapeutas, pero trabajan en el mismo ámbito (o similar).

Así que saca ya mismo esas tarjetas tan bonitas que has impreso e intercámbialas con aquell@s profesionales que quieren crecer, colaborar y visibilizarse porque lo más probable es que esa pequeña acción, contribuya a alcanzar una de tus metas.

Las enseñanzas de mi madre de «no hables con extraños» aquí no procede.